¿Ya llevas un tiempo en la industria musical pero aún no conoces qué contratos deberías estar haciendo y firmando? ¿Sabes qué contratos existen pero aún tienes dudas de si ese contrato es el correcto para ti? ¿tienes un formatico que utilizas para todo pero no sabes si está actualizado o con la legislación de tu país? ¿sacaste un contrato de internet y no tienes idea de si es legal y te protege? ¿Sabes qué contrato necesitas pero no conoces los puntos que se deben negociar? Lastimosamente estás en la situación de millones de personas que quieren proteger su música, su trabajo, su esfuerzo, pero no entienden los contratos porque muchas veces están escritos en un lenguaje extraño que solo los abogados ( y a veces ni ellos) logran entender.
Si viste Vinyl, la serie sobre el sello inventado American Century, entiendes ese miedo colectivo que hay en firmar un contrato, miedo que a la vez está pegado del deseo profundo de firmar con una disquera. Entre tantas historias de terror que existen en la industria musical, todavía hay personas que nunca quieren ver un papel y que te digan “Firme aquí, aquí, y aquí.”
Entendemos que acercarte a un contrato parece una tarea tediosa, sin sentido, algo que toma tiempo y no es necesario, pero la historia de los contratos es diferente. En la antigüedad, dos personas que quería hacer un negocio juraban sus compromisos ante la divinidad y el incumplimiento se convertía en un delito religioso. Pronto las personas se dieron cuenta que no podían confiar en las creencias religiosas, y mucho menos en la memoria, para asegurar el cumplimiento de un acuerdo y, al parecer, tampoco en las personas que hacían tratos de palabra, tratos que, mientras todo estuviera bien no había problema pero, al más mínimo cambio de la situación, la memoria de algunos personas se vuelve maleable y empiezan los cambios en lo inicialmente pactado. Por medio de los contratos, entonces, se prevenían las discusiones innecesarias, se protegían los intereses de quienes hacían el contrato y todo para que, en caso de incumplimiento, se contara con un soporte que sirviera de respaldo del compromiso pactado y se pudiera exigir su cumplimiento.
Por cierto, en la antiguedad también se hacían los tratos entre amigos, entre personas de confianza, entre panas que eran como familia, entre vales, llaves, hermanos, y de todas formas se presentaban los incumplimientos, las discusiones y las personas que negaban haber hecho un compromiso..
Luego, los contratos empezaron a convertirse, en uno casos, en textos interminables de lenguaje críptico que solo unos pocos entendían y, en otros, en documentos con un sinfín de trampas y mañas utilizadas para cargar la balanza en contra de una persona y a favor de otra. entonces, lo que las personas crearon para protegerse, para asegurar el cumplimiento de algo y para fortalecer la confianza, se convirtió en un factor de desconfianza y temor.
Entre tanta maña y trampa que se metió dentro de los contratos con su lenguaje extraño, y de esto conoce bien la industria musical, algunas personas empezaron a tener miedo de hacer y firmar contratos, y hasta han hecho carrera mitos como “solo los abogados pueden hacer contratos” o “una sola palabra en un contrato lo cambia todo”, mitos que vienen más de los abogados tratando de justificar sus altos costos que de la realidad.
Con todo esto, y sumando los altos costos de un contrato, las personas se han visto obligadas a no realizar contratos y volver a la incertidumbre propia de los tratos de palabra, de la informalidad. Retrocedimos en lugar de avanzar. Esto es gravísimo porque en la música el dinero está en los derechos, y la forma de proteger tus derechos es por medio de contratos. puedes conocer tus derechos, pero sin contratos no estás protegido y sin esta protección se hace más difícil reclamar lo que te pertenece, lo que has creado, todo por lo cual te has esforzado tanto.
Afortunadamente, cada vez hay más personas en la industria musical que, incluso antes de conocer como mover su música, como generar ingresos, como hacer crecer su marca y crear proyecciones más grandes para su proyecto, reconocen y aprenden que, para que exista confianza en todas las relaciones que han construido y construirán, para que exista confianza en ese trabajo conjunto y colaborativo que normalmente se presenta en esta industria, para que no estén nadando en el mar de la incertidumbre y ansiedad que se produce por no saber si los acuerdos de palabra se cumplirán o no, y para no pasar por la rabia, el desconsuelo y la frustración de cuando se incumplen los tratos de palabra y no hay ningún comprobante valido de lo acordado…pues necesitan contratos.
La cuestión es que no sirve de nada si hay miles de personas que entienden la necesidad y la importancia de los contratos si estos siguen siendo demasiado largos, engañosos, con terminología extraña de hace medio siglo, y groseramente caros. Es por esto que, en ALRIGHT, nos pusimos en la tarea de cambiar esta situación, de erradicar las malas prácticas, de permitir que cualquier persona pueda proteger sus derechos y sus creaciones con los mejores contratos, de convertir los contratos en documentos transparentes para todas las personas, y de redactar miles de clausulas de forma amigable, empática y sin tecnicismos innecesarios para que cualquier persona pueda entender fácilmente lo que hay en los contratos para que puedan hacerlos tan fácilmente como en una servilleta. Contratos que siempre estarán actualizados, con la legislación que necesitan, que previamente fueron revisados por expertos y no serán utilizados para robar creaciones, contratos que los y las harán sentir seguros y protegidos.
No son contratos para abogados. Son contratos para las personas que los necesitan.
Lo primero que hacemos es una investigación, reunimos muchísimos contratos de muchas partes, con muchas variables diferentes, conservamos las mejores prácticas, traducimos el lenguaje técnico y todas esas palabras complejas y redactamos en un lenguaje sencillo, transparente y cercano a las personas, a ti que quieres vivir de la música. De esa investigación también identificamos todas las diferentes formas de negociación que tienen los contratos, y nos dimos cuenta que eso de que “cada contrato es un mundo distinto” o “todos los contratos son diferentes” no es real, es un mito que esta hecho para provocar inseguridad.
Claramente hay diferentes tipos de negociación y múltiples formas de redactar las partes de los contratos pero, en esencia, es un promedio muy bajo de cambios en los contratos derivados de la negociación, y lo mejor de todo es que la gran parte de los cambios se da en las partes donde se trata más del negocio que se va a realizar que en las partes de contenido netamente legal, es decir, los cambios se dan más en las partes que tú conoces más que los abogados porque son del negocio del música.
Lo que hacemos entonces es poner a disposición de ustedes cada una de esas formas de negociación, te vamos mostrando paso a paso como es la construcción del contrato y puedes ir aprendiendo a medida que lo vas creando. Las personas más experimentadas de la industria musical hace muchos años que están acostumbradas a hacer sus propios contratos y han encontrado en ALRIGHT una herramienta que les hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza cuando empezaron, por eso para los menos experimentados ALRIGHT es una forma de acelerar su proceso y actuar como un profesional desde el día cero de su carrera.
Ya que creamos una tecnología que te permite hacer contratos a tu medida y de acuerdo a las necesidades de tu proyecto en la industria musical, también encontrarás un acompañamiento constante. Siempre podrás preguntarnos lo que desees por medio de chat, tendrás acompañamiento personalizado en los primeros contratos que realices con ALRIGHT y, además, nuestra inteligencia artificial está aprendiendo constantemente para poder hacerte recomendaciones en tiempo real sobre las mejores configuraciones de los contratos, las mejores formas de negociación y muchas otras cosas que te iremos contando en el camino y que estamos construyendo para hacer de los temas legales algo cada vez más fácil para todas las personas de la industria musical.
Todas las personas de la industria musical pueden hacer parte de la construcción y mejoramiento de esta tecnología llamada ALRIGHT, así que siéntete en confianza de escribirnos y contarnos lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que podemos mejorar y todo lo que llegues a necesitar. ALRIGHT está aquí para democratizar a los contratos y al conocimiento de los derechos porque el dinero en la música está en los derechos.
Si te tomas en serio tu carrera en la música toma control de tus creaciones y protégelas con los contratos adecuados, ya no hay excusa.