¿Sabes lo que es un rider de hospitalidad? ¿Has escuchado hablar de la Cláusula Van Halen? Parecieran dos temas aislados, pero aquí te contamos qué es un rider de hospitalidad, de qué se trata la “Cláusula Van Halen” y cuál es la relación entre ambos.
Al momento de realizarse un show en vivo, los artistas y sus equipos requieren ciertos arreglos y comodidades en el venue (evento, lugar del show o lugar previo a la presentación) para llevar a cabo su trabajo. Uno de los documentos más importantes que se utiliza para coordinar estos arreglos es el rider de hospitalidad, el cual se trata de un documento que detalla las necesidades y preferencias del artista en cuanto a alojamiento, alimentación, bebidas y otras comodidades mientras se encuentran en la ciudad para un concierto o evento.
El rider de hospitalidad es un complemento al contrato de show en vivo (un anexo a este contrato) que se firma con el promotor del evento o la empresa organizadora. Es importante que el rider se redacte con claridad y en detalle para evitar malentendidos y asegurarse de que el artista tenga una experiencia agradable y productiva en el evento. Además, un rider bien preparado puede ayudar a evitar problemas y retrasos durante el día del evento.
El rider de hospitalidad generalmente se divide en varias secciones que detallan las necesidades específicas del artista. Estas secciones pueden incluir alojamiento, alimentación, bebidas, transporte, seguridad y otras solicitudes especiales. A continuación, se detallan cada una de estas secciones con más detalle:
Alojamiento: Especifica el tipo de habitaciones requeridas, como habitaciones individuales o dobles, así como el tipo de camas necesarias y las comodidades adicionales, como televisores, servicio de habitaciones, internet, etc.
Alimentación: Esto puede incluir las comidas que se proporcionarán, como el desayuno, el almuerzo y la cena, así como cualquier requisito especial de dieta o restricciones alimentarias. Además, puede incluir solicitudes específicas de bebidas, como tipos de agua, refrescos, jugos, etc.
Bebidas: En esta sección se detallan las necesidades de bebidas del artista. Esto puede incluir bebidas alcohólicas, como vinos, cervezas y licores, así como requisitos específicos, como marcas y cantidades.
Transporte: Esto puede incluir traslados desde el aeropuerto, transporte hacia y desde el lugar del evento, y cualquier otra necesidad de transporte que el artista pueda tener durante su estancia.
Seguridad: Incluye escoltas de seguridad, presencia de seguridad en el hotel, o cualquier otro requisito de seguridad específico que el artista pueda necesitar.
Otras solicitudes especiales: Por ejemplo, se pueden incluir solicitudes específicas en cuanto a la decoración de la habitación, requisitos de vestuario, entre otros.
En algunas ocasiones, los riders de hospitalidad pueden ser muy detallados y específicos, indicando incluso el tipo de bebidas que se deben proporcionar y las marcas preferidas. Además de bebidas y alimentos, los riders también pueden incluir solicitudes para alojamiento, transporte y otros servicios necesarios para el artista y su equipo.
En los años 70 la banda de rock Van Halen, formada en Pasadena (California, EE.UU.) por los hermanos Eddie y Alex Van Halen junto con Mark Stone, se encontraba en una importante gira debido a la popularidad de la que gozaban y lo exigentes que eran sus presentaciones en cuando a producción, era un espectáculo de primera categoría para ese momento.
Pero la fama de la banda no era solo por su calidad musical y el show que realizaba, sino también por las exigencias que realizaba para llevar a cabo cada uno de esos shows en vivo; una de estas exigencias consistía en que, al momento de llegar al lugar donde realizarían su presentación, debían llevarles un recipiente con M&Ms, en el cual no podía haber ninguno de color café, y en caso de que se llegara a encontrar un M&M café en el recipiente, la banda podría cancelar la presentación en vivo.
Esto era así, ya que esta exigencia hacía parte del rider de hospitalidad de la banda, el cual hacía parte del contrato de show en vivo que firmaban para cada presentación que realizaban, así que el incumplimiento de uno de los requerimientos del rider de hospitalidad, significaba un incumplimiento del contrato de show en vivo.
Si, parece una petición caprichosa y descabellada, pero tenía una razón de ser muy importante. Debido a que el show de Van Halen era tan exigente a nivel de producción, se necesitaba cumplir con muchos requisitos técnicos para que pudiera realizarse sin problemas cada presentación, por lo cual, si encontraban M&Ms de color café al llegar al lugar del show, eso les hacía suponer que las personas encargadas del evento no habían leído en su totalidad el contrato, y no habían puesto atención a los requerimientos realizados para realizar una buena presentación.
La historia de la cláusula Van Halen nos ayuda a entender la importancia de un rider de hospitalidad, ya que muchas veces las peticiones que se realizan no son simples caprichos de los artistas, sino que son una parte importante de su trabajo y su bienestar al momento de realizar una presentación. Los artistas y sus equipos a menudo pasan largas horas en el backstage, por lo que es fundamental que se sientan cómodos y bien atendidos.
Por otro lado, las demandas en los riders de hospitalidad también pueden ser criticadas por ser exageradas y malinterpretadas por algunos sectores de la sociedad como derroche o falta de consideración por el medio ambiente. Es importante tener en cuenta que muchas de las demandas que aparecen en los riders de hospitalidad están diseñadas para minimizar el desperdicio y garantizar la sostenibilidad. Por ejemplo, la inclusión de botellas de agua reutilizables en lugar de botellas de plástico desechables.
Es importante para los promotores de eventos y las empresas involucradas en la producción de conciertos y festivales, leer cuidadosamente el rider de hospitalidad y cumplir con todas las demandas necesarias para garantizar una experiencia satisfactoria para los artistas y sus equipos. Al hacerlo, se fomenta una relación positiva y de confianza entre los artistas y los organizadores, lo que puede ser beneficioso para ambas partes en el futuro.