Cuando queremos vivir de nuestras canciones, interpretaciones o producciones encontramos muchas veces algunos obstáculos. ¿Te has preguntado para qué sirve proteger mis derechos sobre una obra? o ¿Cómo hago para proteger una obra?. En este artículo encontrarás algunas respuestas a esas preguntas, conocerás algunas de las problemáticas actuales respecto de la protección de derechos en la región y comprenderás para qué te sirven las normas existentes en Colombia en relación a la protección de derechos de autor sobre una obra musical.
Antes de entrar a ver qué es el registro y para qué nos sirve debemos entonces entender qué es lo que se protege cuando en la ley nos dicen que toda obra es protegida desde su creación. En Colombia, las ideas por sí mismas no están protegidas y, por lo tanto, para que una idea se entienda como una obra debe ser tangible y original y esto es, sencillamente, que esté plasmada en algo que pueda verse, oírse o verse. Para que pueda protegerse, una obra musical deberá expresarse en una letra escrita, una partitura, una pista de audio o un video.
En Colombia, la protección de derechos de autor se rige por la Ley 23 de 1982. En esta Ley, se establecen los derechos de autor y conexos sobre las obras literarias, artísticas y científicas. En esta se establece la posibilidad de que se realicen pagos de regalías a autores e intérpretes por la utilización de sus obras. También se establece un plazo de protección de 80 años a partir del fallecimiento del autor, se prevén unas sanciones por la violación de los derechos de autor y, lo más importante para efectos de este artículo: la ley estipula que toda obra que se haya creado en Colombia o cuyo autor sea colombiano se considera protegida por el derecho de autor, sin importar que la obra se haya registrado o no.
El registro no es más que el procedimiento mediante el cual inscribes una obra en un inventario público que tiene como finalidad acreditar la titularidad de los derechos de autor de una obra y facilitar la gestión y protección de los mismos. Esto quiere decir que el registro es una formalidad que facilita el proceso en caso tal de ser necesario en un proceso legal.
Ahora, si bien el registro es voluntario, este cobra una utilidad e importancia enorme en caso de controversias o litigios sobre la existencia de derechos en la medida en que te sirve como prueba fehaciente de la autoría y titularidad de la obra. Es por esto que, nuevamente el registro facilita el proceso en caso de ser necesario.
En Colombia existe la Dirección Nacional de Derecho de Autor (DNDA) y que esta es la encargada de administrar y velar por el cumplimiento de las normas de derechos de autor. De esta manera, la DNDA es la responsable de llevar el registro de las obras y producciones protegidas por el derecho de autor, brindar asesoramiento y orientación, realizar actividades de fiscalización y promover y difundir la importancia de los derechos de autor. Es entonces esta entidad en la que, como artista, puedes hacerlo de manera presencial en las oficinas físicas de la DNDA o en su plataforma virtual en la que deberás llenar un formulario con datos personales. En cualquiera de los dos casos es gratuito. Si quieres saber más puedes acceder a la página de la DNDA.
Recuerda; la protección de los derechos de autor y conexos es fundamental para garantizar una remuneración justa y equitativa para los creadores e intérpretes de obras musicales. Asimismo, el registro público de obras musicales de parte de la DNDA es crucial para fomentar la creación cultural y artística en el país, fortalecer la industria y dar orden a las personas que la conforman. Por todo lo anterior, es muy importante que como artista conozcas las normas y entidades encargadas de proteger tus derechos de autor para así beneficiarte de las regalías que puedes obtener y evitar que tus derechos sean vulnerados por otras personas.
En la industria musical se ha empezado a utilizar la tecnología blockchain para proteger derechos de autor. Esta tecnología funciona a través de una base de datos descentralizada que registra y almacena información de forma segura y transparente y, en el caso de la industria, se ha empezado a utilizar para crear un registro permanente de de los derechos de autor de una obra musical, información de su autor, la composición, el uso y la gestión de los derechos. Cuando se registra una obra musical en blockchain, se genera un identificador único que permite a titulares de derechos demostrar la propiedad sobre la obra y, asimismo se genera una gestión de los derechos de autor mucho más eficiente y automatizada.