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¿Qué son y cómo funcionan los contratos discográficos?


El contrato discográfico es uno de los acuerdos o contratos más importantes dentro de la industria musical, y muchas veces se ve como el objetivo principal de los artistas emergentes, o la cúspide de su proyecto musical.

 

Un contrato discográfico es un acuerdo legal entre un artista o grupo musical y una compañía discográfica o sello, que establece las condiciones bajo las cuales la compañía producirá, promocionará y distribuirá el trabajo musical del artista o grupo. El contrato incluye cláusulas sobre cómo se distribuirá el dinero que se genere por la venta de los discos del artista o grupo, cómo se promocionará su trabajo y cómo se utilizarán sus derechos de autor; es importante que el artista o grupo entienda el contenido del contrato y, si es necesario, para saber qué debe esperar exactamente y a qué se compromete en retribución de ello.

El contrato discográfico es una herramienta muy importante para proteger los intereses de los artistas o grupos musicales, y asegurar que reciban una compensación justa por su trabajo. Es fundamental lograr entender cómo funciona un contrato discográfico para evitar cualquier problema o conflicto en el futuro, ya que, aunque es usual que el artista tenga una posición “débil” durante la negociación del contrato, eso no significa que la compañía discográfica tenga un interés perverso por aprovecharse de los artistas.

Al momento de llevarse a cabo la negociación de los términos del contrato, es importante tener claros los elementos fundamentales de esta, como la duración del contrato, el número de álbumes que se irán a producir y lanzar, estrategias de marketing, porcentajes económicos, etc. Usualmente, estas condiciones se consignan en un documento previo que se comparte con el artista, para tenerlo como punto de partida para la negociación, la cual puede llevarse a cabo directamente con el artista o a través de su manager, dependiendo de las facultades que se le otorguen en su contrato de management.

En el contrato discográfico el artista actúa, por regla general, como intérprete, y no como autor. Lo que esto quiere decir es que para efectos del contrato discográfico el artista interpreta una serie de obras musicales, ya sea en un show en vivo o al momento de realizar la grabación de las obras musicales, pero no necesariamente es quien compone las obras que va a grabar.  Aquí están en juego dos contratos diferentes, un contrato discográfico para el artista o intérprete, y un contrato editorial para el autor de las obras musicales que este artista irá a grabar. Es posible que una misma persona sea autor y artista, pero se necesitan dos contratos diferentes para proteger sus derechos en cada caso.

Una vez tenemos claro el panorama previo, viene el momento de analizar el objeto del contrato discográfico, el cual se puede resumir en establecer las condiciones bajo las cuales una compañía discográfica producirá, promocionará y distribuirá el trabajo musical de un artista o grupo. Como consecuencia de esto, el artista autoriza al sello para grabar sus interpretaciones, y cede los derechos de reproducción, comunicación pública y distribución sobre tales grabaciones.

Ahora llegamos a uno de los puntos que más le interesa a los artistas que buscan firmar con un sello, la remuneración que recibirán por parte del sello, y aquí es usual que se pacte un porcentaje sobre las ventas e ingresos obtenidos por las grabaciones realizadas por el artista y la explotación de las mismas por parte del sello, en desarrollo del contrato discográfico. Este porcentaje puede ser fijo o variar dependiendo del tipo de explotación y cantidad de ingresos recibida, y muchas veces el sello le paga un adelanto al artista, el cual corresponde a un pago fijo y por adelantado de todo el recaudo que luego se genere por la explotación de las grabaciones realizadas por el artista.

Finalmente, es importante tener en cuenta que, sobre el porcentaje que el sello se compromete a pagar al artista, se puede acordar que se descuenten algunos valores, para cubrir los costos de promoción y producción de este.

Pero no todo son obligaciones del artista, pues a raíz de la firma de un contrato discográfico, el sello debería aportar contactos, inversión, dirección y posicionamiento de la carrera musical del artista, etc. Es importante que los artistas evalúen lo que les ofrecen los sellos discográficos, para estar seguros de que, de acuerdo con las características y momento en el que se encuentra su proyecto musical, esta es la mejor decisión, y representa realmente un buen negocio para lo que necesitan.

Una de las cuestiones fundamentales será la solvencia, inversión y compromiso del sello para realizar una promoción eficaz del proyecto artístico del artista con quien firma. El éxito de la promoción de un artista no solo se mide por las ventas o los ingresos generados, sino también por la capacidad de llegar al público potencial del artista. Por eso es importante contar con sellos discográficos especializados en determinados géneros musicales, ya que pueden ayudar a promocionar el trabajo del artista de manera más efectiva y llegar a un público más amplio.

Existen sellos discográficos pequeños con poco presupuesto que trabajan muy duro por sus artistas, así como hay casos de sellos con grandes presupuestos que no gestionan su dinero de manera efectiva. Por eso, es importante evaluar el valor añadido que proporciona un sello discográfico, más allá de pagar el estudio de grabación y las campañas de marketing, incluso, es importante considerar qué más puede hacer el sello por el artista y si tiene los recursos y la experiencia necesarios para ayudarlo a tener éxito.

Ahora viene uno de los puntos más importantes para quienes están en la búsqueda de obtener un contrato discográfico con un sello, el tiempo de duración del contrato, y aquí es importante tener en cuenta que los contratos discográficos suelen tener una duración de entre dos y cinco años, e incluyen un compromiso por parte de del artista de grabar un determinado número de álbumes durante ese tiempo. 

Si el artista no está satisfecho con el sello discográfico, la duración del contrato puede convertirse en un gran problema ya que tendrán que esperar a que termine para buscar otro sello. Sin embargo, siempre existe la opción de negociar la terminación anticipada del contrato por acuerdo mutuo entre el artista y el sello, o en casos más desesperados, entrar a analizar muy detalladamente si el sello está incumpliendo alguna de las obligaciones establecidas en el contrato. Por razones como esta es tan importante leer cuidadosamente el contrato y asegurarse de entender todas las cláusulas antes de firmar.

Finalmente, y hablando de duración, es muy importante tener claro el tiempo por el cual se van a ceder ciertos derechos al sello, pues se puede llegar a encontrar que, con el contrato de discográfico se acuerde la cesión de derechos sobre las grabaciones realizadas durante la vigencia del mismo, y que esta cesión dure lo mismo que el tiempo de protección permitido en la ley se hace por el tiempo máximo de protección permitido por la ley.

Todos estos son aspectos fundamentales a tener en cuenta en la búsqueda por la firma de un contrato discográfico con un sello, pero queda claro que, a pesar de las ventajas que esto puede representar, es necesario que todo artista se pregunte si, dependiendo del momento en el que se encuentra su proyecto musical y las condiciones bajo las cuales se firmaría el contrato, es realmente una buena decisión, o simplemente una búsqueda de status.

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